Con el registro oficial de los aspirantes a la Presidencia de la Republica y el compás de espera para que inicien formal y oficialmente las campañas electorales, inicia también la cuenta regresiva para que los tres niveles de gobierno puedan publicitar sus obras y acciones.
En el caso de Puebla como ciudad, con obras de pavimentación, adecuación en avenidas y particularmente el proyecto del metrobús, al margen del caos vial y de si la construcción es del estado o municipio, los analistas políticos se preguntan si estarán listas antes del 30 de marzo, fecha límite para darle publicidad y propaganda a las acciones gubernamentales.
Claro está que cualquier gobierno tiene como misión servir a sus ciudadanos, administrar los recursos públicos y cumplir sus planes de desarrollo, pero es obvio también que muchas de sus decisiones tienen un trasfondo político y muchas de sus obras incluso con significados electoreros.
En días anteriores cuando la zona que abarca desde Esteban de Antuniano y todo el boulevar Atlixco ha sido un caos vehicular, la pregunta es si las quejas de quienes ahora toleran las incomodidades por las obras que ahí se desarrollan, cambiarán su opinión y le darán valor a los proyectos, antes de las elecciones, con lo que las decisiones de gobiernos estatal y municipal habrían sido electoralmente redituables.
Pero si el beneficio de las obras no alcanza a impactar en las urnas y la incomodidad por las obras crece, entonces a alguien le habrían salido mal las cuentas del costo-beneficio de las mismas.
Estaremos atentos.
omarcervantes@enlineacomunicacion.com.mx
Twitter @omarcervantes
Claro está que cualquier gobierno tiene como misión servir a sus ciudadanos, administrar los recursos públicos y cumplir sus planes de desarrollo, pero es obvio también que muchas de sus decisiones tienen un trasfondo político y muchas de sus obras incluso con significados electoreros.
En días anteriores cuando la zona que abarca desde Esteban de Antuniano y todo el boulevar Atlixco ha sido un caos vehicular, la pregunta es si las quejas de quienes ahora toleran las incomodidades por las obras que ahí se desarrollan, cambiarán su opinión y le darán valor a los proyectos, antes de las elecciones, con lo que las decisiones de gobiernos estatal y municipal habrían sido electoralmente redituables.
Pero si el beneficio de las obras no alcanza a impactar en las urnas y la incomodidad por las obras crece, entonces a alguien le habrían salido mal las cuentas del costo-beneficio de las mismas.
Estaremos atentos.
omarcervantes@enlineacomunicacion.com.mx
Twitter @omarcervantes