31 ago 2012



Por OMAR CERVANTES RODRIGUEZ

SON UNOS GUERREROS

Hace una semana escribía que el físicoculturismo y el fitness es un deporte de guerreros por la disciplina que implica y justo el sábado tuve la oportunidad de presenciar vivencialmente y competir en el Mr. Ciudad de Puebla 2012, en el que, al margen de felicitar al ganador absoluto, Alejandro Fernández, hoy deseo hacer un reconocimiento de dos casos que ilustran la determinación y pasión por este deporte.

Edgar Brito Espinoza se robó el corazón del auditorio del Centro Escolar Morelos cuando salió en su silla de ruedas y de pronto comenzó a realizar una rutina de poses, sin que su condición de ser una persona con discapacidad fuera un impedimento.

El atleta parapléjico recorrió toda la tarima sin ayuda y sin su silla de ruedas, mostrando el trabajo de su tronco superior, pero sobre todo con una determinación y pasión que cautivó al respetable y arrancó las ovaciones de todos los asistentes.

Detrás de bambalinas, una historia también de pundonor, decisión y estoicismo es la de José Galo, trabajador del ramo textil que entrena en su casa con el escaso equipo que puede tener ahí y cuya genética, dicha por él mismo, le permite comer tamales y otros alimentos que para muchos parecerían prohibidos, con todo y lo cual este personaje de estatura baja, conquistó una vez más la categoría de veteranos entre 50 y 60 años.

“Ya que hagan la premiación, yo me tengo que ir porque trabajo en turnos y aunque normalmente cubro de 2 a 10 de la noche, ahora cambié mi horario por la competencia pero entro en el turno de las 10 para amanecer el domingo”, nos expresaba Galo en el backstage mientras ambos esperábamos la premiación, como si supiera que sólo era un trámite pasar a recoger su trofeo de primer lugar.

Dos casos dignos de mencionarse, reunidos en una competencia de primer nivel, que a todos nosotros, incluso a los que competimos y nos dedicamos a este deporte y practicamos la disciplina, nos brinda una lección de que cuando se tiene la intención bien clara, no hay obstáculos que puedan detener el espíritu de un guerrero.

Ni la condición de una discapacidad, ni el trabajo en turnos o la falta de acceso a un gimnasio, fueron suficientes para que el sábado pasado Brito Espinoza y, Galo, nos permitieran conocer dos de las múltiples historias detrás de este deporte de guerreros, para guerreros.

Antes de despedirme, le deseamos todo el éxito a la delegación de Puebla que representa este fin de semana al estado en el Clásico Mr México, mañana y el domingo en el gimnasio Juan de la Barrera.

¡Hasta la próxima semana!


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