22 dic 2010

Sólo mis mayores bendiciones para tí!

Ya no hay nada prohibido, ya no se niega nada. Ya no hay ´no´.  Un gran ´si´ rodea todo. Todo está incluido, nada está excluido; ni siquiera está excluida la taberna. Nada está excluido; el ´si´ incluye todo, es total…
… Ahora uno encuentra a Dios oculto en todo. Ahora uno no condena nada. Ha desaparecido por completo el decir no. Y recuerda, el ego desaparece sólo cuando desaparece por completo el decir no. Si todavía tienes un no, todavía tienes un apego. Entonces el ego todavía se esconde de maneras sutiles. Dice no y se siente bien…



… Ahora Dios es la ubicuidad. Y todo aquel que miro se ilumina. Esto es lo último que hay que recordar. Una vez que tú te has iluminado no puedes encontrar a una persona que no se haya iluminado. No es que todo mundo se ilumine, sino que si miro en tu interior, no puedo ver otra cosa, estás iluminado…
¡El día que me miré a mí mismo, ese día el mundo se iluminó para mí!” (Osho, La Búsqueda, Charlas sobre los Diez Toros del Zen, p. 267 y 268)

Con este prólogo inspirador de un gran, aunque controversial pensador, en la víspera de Noche Buena y Navidad 2010, a unos días de darle vuelta a un año más calendario, cuando el establishment social y mercantil como que nos ha ido apartando de la esencia de estas fiestas, tu amigo que suscribe las presentes ideas, más que enviarte una tarjeta navideña o desearte un cliché de felicitación, prefiero de todo corazón y con mi enorme afecto y amor universal, compartir mis pensamientos y mis emociones contigo, lleno de mis mayores parabienes y toda mi vibra positiva para que tus días estén llenos de plenitud, abundancia y bienestar.
Si hubiera que pedirle un regalo al niño Jesús, le pediría por que los seres humanos renazcamos en nuestra consciencia interior y edifiquemos con nuestra luz y energía, un cimiento firme del Reino de Dios en la Tierra; que hagamos del amor nuestra moneda universal, del perdón nuestra medicina permanente para gozar de cabal salud, de la verdad y franqueza el único lenguaje que entendamos, de la justicia nuestro mecanismo de equilibrio y balanza de nuestros actos y de la paz, nuestra aspiración máxima.
Le pediría que cuidemos nuestro Planeta, para nosotros y para las futuras generaciones, que sigamos maravillándonos con los regalos cotidianos de la naturaleza y del universo y que hagamos consciencia de que somos hijos privilegiados de Dios y Él desea preservar nuestra especie y concluir su Obra con un amoroso final y no con falsos apocalipsis.

Le pediría que por cada consciencia convertida se multipliquen los dones y talentos de la gente buena y logre penetrar en las almas perdidas que hoy delinquen o agreden, para que encuentren la Luz de Cristo que nace esta Navidad en nuestras casas y en todo el mundo.

Le pediría lo mejor para cada uno de ustedes y le entregaría mi racimo de agradecimientos por todo lo que soy y por lo que no soy, por lo que tengo y por lo que no tengo.

Gracias Señor porque al reflexionar en las bendiciones abundantes que he recibido este año, me quedo maravillado en el milagro de tu permanente presencia y me declaro tu servidor e instrumento, para lo que tu decidas.

A todos los que han compartido un tramo de mi vida, a los que estuvieron, a los que están, a los que llegan y a los que estarán, que el Dios del Amor te bendiga, te guíe, te ilumine y te llene de su grandeza hoy y siempre.

Con mis mejores deseos!!!

Omar