22 jul 2011

Cuidado con lo que te ofrecen.



La imperiosa necesidad de tener una vida más saludable, mejorar la figura y demás consecuencias de un programa de ejercicio y nutrición, como muchas cosas en la vida lamentablemente ha derivado en algunos casos en la comercialización, más que en el servicio.

En la última década hemos visto como salen al mercado “fórmulas mágicas” para bajar de peso, “recetas secretas” para mejorar la salud, ofertas de todo tipo en gimnasios y centros deportivos e incluso zapatos o fajas que por sí mismos “cambian” tu cuerpo.


Y esto cada vez se comercializa más y se pretende lucrar con un sector social que debería ser eminentemente de servicio y salud, antes que verlo como una “mina de oro” para aprovechar las necesidades urgentes de la población.
Por eso es importante que si eres nuevo o te vas a iniciar en una forma de vida saludable o simplemente quieres cambiar de hábitos y mejorar, tengas en cuenta que ni hay fórmulas mágicas, ni accesorios increíbles que por sí mismos hagan el trabajo que a ti te corresponde y que tiene que ver con hacer ejercicio bajo supervisión e instrucción adecuada, así como cuidar tu régimen alimenticio y nutricional.
Incluso al elegir un gimnasio, spa, fitness center o club deportivo, conozcas muy bien qué es lo que te ofrece y la garantía de que te cumplirá las expectativas, porque también en este renglón hay muchas ofertas para captar clientela, sin enseñar la letra chiquita que hay detrás del contrato.

Hay, lastimosamente, quien ve más por su negocio que por ayudar a la gente a transformarse verdaderamente y por ello publican tarifas por debajo del mercado con tal de captar clientes, de quienes se olvidan a la segunda o tercera semana.

Por eso cuando vayas a pagar una tarifa extremadamente baja, checa muy bien qué te ofrecen pues hay muchos negocios que lo hacen para captar clientes nuevos e incluso los atienden muy bien los primeros 15 días y después, como ya pagaron normalmente un año muy económico o los obligaron a respaldar 12 meses con su tarjeta de crédito, se olvidan de ellos porque saben que ya no se pueden salir hasta que se cumpla su vigencia.

O también los otros que después de pagar la membresía se limitan a darte el acceso y si pides algo más, comienza a sonar la caja registradora de todo lo que uses adicionalmente, así sea el servicio de un entrenador que muchas veces es más caro que el propio pago del deportivo.

Por ello toma muy bien en cuenta tus necesidades, tus alcances y pide con toda claridad que te expliquen lo que estás pagando y los alcances y limitaciones de ello, antes de ser presa de la mercadotecnia deportiva de una actividad que por su nobleza debería ser esencialmente humana y social.

Hasta la próxima semana.
tommy@olympiasfc.com
twitter @omarcervantes