Las precampañas presidenciales recién arrancadas, los métodos de selección de candidatos y otros movimientos políticos en el último mes, indican que las del 2012 serán unas elecciones de alianzas de poder muy claras, en muchos casos, dejando a un lado la ideología partidista y doctrinaria, en pos de sumar fuerzas para lograr las posiciones públicas que se disputarán el año próximo y para las cuales, Andrés Manuel López Obrador y el PRD parecen estar aventajando con mucha claridad a sus adversarios.Mientras el PAN vive una de las debacles históricas más fuertes desde su fundación, confrontando las esferas de gobierno con las cúpulas tradicionales y las llamadas neocúpulas, el PRI sufre la reciente renuncia y relevo en su dirigencia nacional, así como el enfrentar la campaña pública contra los llamados errores de Enrique Peña Nieto, a diferencia de hace seis años, López Obrador parece haber aprendido la lección y teje fino para lo mismo sumar adeptos entre empresarios, académicos e incluso algunos panistas y priístas que han comenzado a abandonar las filas de su partido.
En semanas pasadas, Fernando Canales Stelzer, hijo del primer gobernador panista de Nuevo León, Fernando Canales Clariond, denunció que el PAN había abandonado sus ideales y que se sumaría a la precampaña de López Obrador.
También en días pasados, de forma inusitada, el primer presidente de la República del PAN, Vicente Fox Quesada sugirió que había que escuchar con atención las propuestas innovadoras del tabasqueño, lo que inmediatamente causa la reacción de los rumorólogos de que los panistas foxistas y calderonistas habrían pactado con el PRD desde el 2006 para legitimar el triunfo de Felipe Calderón Hinojosa a cambio de cederles el poder seis años después.
Mientras, en la política estatal, la semana pasada trascendió la noticia de que el exdiputado local del PRI y exlíder del Congreso del Estado, José Othón Bailleres Carriles, anunciaba su registro al PRD como aspirante independiente al Senado de la República.
Y por si fuera poco el posible abandono de otros tricolores y su adhesión al PRD, cada vez crece más el grupo de poder en el gobierno de Puebla que comienza a ver con simpatía el proyecto de López Obrador, recordando además que en estados como el nuestro y como Oaxaca, sus gobernadores llegaron en alianza PAN-PRD-PANAL-Convergencia, por lo que eso les da margen de maniobra para sumarse con cualquiera de los colores, dependiendo de sus intereses y de la forma en que se desarrollen los próximos meses.
Así que mientras el PAN se desmorona, el PRI trata de encender la nave y levantar el vuelo que se ha demorado por fallas en el arranque, con un perfil menos controversial, el PRD avanza y ya hasta hay quienes aseguran que el candidato a vencer es AMLO y que Los Pinos podría tener un inquilino producto de alianzas derecha izquierda o “izquierdas empanizadas” como les comienzan a llamar y que crecerían si se consuma la imposición de Ernesto Cordero pese a la popularidad evidente de Josefina Vázquez Mota en la elección interna azul.
¡Que tengan todos una Feliz Navidad!
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