15 may 2012


POR OMAR CERVANTES RODRIGUEZ

UN MEXICO SEGURO

Cuando ha transcurrido ya la mitad de las campañas federales y al menos en las tendencias presidenciales todo sigue igual, con una cómoda ventaja para Enrique Peña Nieto, parece que los mexicanos ya nos hemos puesto de acuerdo en algo y es en la imperiosa necesidad de que nuestro país vuelva a tener la seguridad que la delincuencia organizada nos robó y que el clamor popular es que independientemente de quien vaya a ganar la Presidencia, urge una política en la materia a favor de los ciudadanos.

Quizás no sea momento de evaluar si ha funcionado o no la estrategia frontal de militarizar el combate a la delincuencia emprendida por Felipe Calderón, como tampoco es tiempo de buscar culpables sino soluciones, por lo que la forma en que se está “partidizando” el tema en las campañas electorales, lejos de ofrecer certidumbre, hace pensar que lo importante no sea detener la ola de violencia, sino conseguir el voto y llegar al poder.

De hecho, los mexicanos exigimos seguridad en todo el país, sin importar cuál partido gobierne en el municipio o el estado afectado por el crimen. Lo que los ciudadanos queremos es transitar tranquilos por las calles, que nuestros hijos puedan vivir en paz y que la psicosis colectiva que hoy envuelve a muchas ciudades, pase pronto como una pesadilla.

Lo que menos queremos escuchar es un “yo no fui, fue Teté”, como parecen los spots del PAN en los que acusan a los gobiernos del PRI ser los estados más violentos y mucho menos queremos que en esta época de campañas, se trate de lucrar con un tema que ha enlutado miles de familias que seguramente no les interesa saber quien gobierna, ni de qué color es, sino trabajan en recuperar su estabilidad emocional, económica y de salud, tras la muerte de algún familiar víctima o no directamente de la delincuencia organizada.

Finalmente, al PAN se le olvida que es potestad de su gobierno federal el combate al crimen organizado y que lo mismo Nuevo León, estado priísta, que Jalisco, panista, han sido nota internacional en las últimas semanas por “macabras” noticias presumiblemente ligadas al narco.

Hacer política con la seguridad, que es el reclamo de los mexicanos, podría revertirse si no viene acompañada de congruencia y hechos claros.

No podemos esperar a que pasen las elecciones para tener resultados, mucho menos a que los funcionarios electos tomen posesión a fin de año. Lo que el país necesita son soluciones inmediatas, lejos de los intereses partidistas y de las propuestas demagógicas o de “guerra sucia” para ganar la contienda electoral.

Si la voluntad del Presidente es combatir la delincuencia, quisiéramos verlo girando instrucciones para reforzar la presencia militar en los estados más conflictivos, sean del partido que sean, así como haciendo un llamado a los candidatos a no lucrar con el tema y a sumarse todos en una cruzada por la paz en México.

La pregunta es, ¿habrá esa voluntad? o ¿será parte de la campaña?

Twitter @omarcervantes