Ingeniero mecánico industrial, originario de Parral Chihuahua, Octavio Chávez y Chávez, amigo de Luis H Álvarez y congénere de Manuel Gómez Morín (fundadores del PAN) y muy ligado a personajes de los sexenios priístas de los sesentas y setentas, este ciudadano de Puebla me ha hecho llegar una reflexión que hoy sintetizo, más allá de preferencias partidistas y de la cual escribe actualmente un ensayo: “Sueño de un mexicano”.
“Justo en el puente escolar en que celebramos la Constitución de 1917, de la cual emergen derechos fundamentales de nuestra sociedad como el acceso a la educación, la salud, el trabajo y la justicia social, nuestra Carta Magna es fiel reflejo de un México de instituciones que hoy prevalecen y que más allá de colores partidistas, fueron fundadas y nacieron en el México postrevolucionario y de las cuales debemos sentirnos orgullosos.
Teniendo como base a esas instituciones, el sueño del mexicano es que exista una voz y un espíritu de estadista que vea por nuestra patria y por la paz y tranquilidad de la misma, haciendo un reconocimiento del esfuerzo de los distintos grupos políticos que forjaron a nuestro país y crearon instituciones tan sólidas que hoy siguen siendo vigentes.
Tengo la esperanza de que se corrijan en nuestra patria todas las desviaciones que nos están llevando a situaciones de alta peligrosidad y que en cada campaña política pareciera que nos dividimos más como nación y que unos grupos con otros se vuelven enemigos entre hermanos de la misma raza, por diversos intereses.
Los cambios a todos estos absurdos deben iniciarse por una voz y espiritualidad de un estadista que pueda surgir en este momento para salvar a la patria, presentando razones de perdón, intenciones de concordia y elevando el espíritu de unificación para todos los mexicanos, alejándonos de todo rencor, resabios y tendencias triunfalistas basadas en la demagogia que divide, nos descalifica e incluso sataniza todas las acciones positivas históricas y no reconoce los logros de otros partidos o administraciones que le han precedido”.
Ese sueño, como el de Don Octavio Chávez y Chávez, seguro es el ideal de millones de mexicanos que hoy nos preguntamos: ¿existirá ese o esa estadista para 2012? Por lo pronto hagámosle saber a los pre-candidatos que deseamos un solo México unido, en el que democracia sea para construir y no para destruir y llevar a unos cuantos al poder en busca de sus intereses.
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