3 abr 2012

El 50 más uno y la guerra sucia

Apenas han iniciado las campañas electorales federales y la contienda por la Presidencia de la República y las encuestas son un factor ya que, sin duda, habrá de determinar las estrategias de los diferentes candidatos y sus partidos.
Contrario a lo que muchos opinaban en diciembre pasado de que “los errores” de Enrique Peña Nieto y la definición de sus adversarios del PAN y de las izquierdas, harían que el puntero en las encuestas comenzara a bajar en su tendencia y las intenciones de voto se empezaran a distribuir entre Andrés López Obrador y Josefina Vázquez Mota, al arranque oficial de las campañas casi la mayoría de las empresas de opinión marcan al exgobernador del Estado de México como amplio favorito, con una ventaja promedio de 15 puntos porcentuales arriba.
En algunos casos, como el monitoreo que realiza GEA/ISA y que diariamente publica Milenio Diario, apenas al segundo día de campañas el candidato del PRI/PVEM rebasaba ya el 50 por ciento, lo que le garantizaría el triunfo con el famoso 50 más uno, si en este momento fueran las elecciones, sin importar que tanto sumen los otros candidatos, porque Peña Nieto tendría en ese escenario la mayoría absoluta.
Incluso algunos analistas políticos que observan ya que hay una tendencia a la baja de la candidata del PAN y ligeros repuntes del candidato de las izquierdas, han comenzado a hacer escenarios de lo que “preocupantemente” para México sería la vuelta del “carro completo” tricolor.
Por ello han comenzado a esbozarse las estrategias de cada uno de los candidatos, ya que mientras López Obrador apuesta a conquistar con propuestas de un “cambio verdadero” el voto “indeciso” o el voto “oculto” que en algunos casos llega al 30 por ciento, el líder actual Peña Nieto sólo deberá conservar el techo porcentual que si logra rebasar 50 por ciento, sería desde mucho antes el virtual ganador, lo que obliga a Vázquez Mota y el PAN a tener que hacer una campaña para que “el PRI no regrese a Los Pinos”.
En ese escenario se espera una campaña sucia contra el candidato del PRI directamente, contra otros candidatos de ese partido en el país y contra sus gobiernos vigentes o recientes que puedan ser enmarcados en un escándalo para tratar de ensuciar la marca del partido y presumir que lo más negativo está en las filas tricolores.
Así que para los próximos meses podemos esperar escándalos mediáticos que intenten envolver al PRI y a sus representantes en temas de corrupción, narcotráfico, lavado de dinero, enriquecimiento ilícito y todos los males que aquejan al país, mientras en contraste el Gobierno del Presidente Felipe Calderón y el PAN se muestren como la panacea nacional.
Ya hay quienes dicen que un par de semanas antes de las elecciones, el gobierno de Calderón presentará “peces gordos” ligados al narco tratando de demostrar que su lucha sí ha dado resultados, mientras que la justicia se encargue en perseguir a priístas de todo el país acusados de todo lo contrario.
Serán pues, las elecciones más sucias del México contemporáneo.
Twitter @omarcervantes