Por OMAR CERVANTES
EL ESPIRITU OLIMPICO
En la época de la Grecia
clásica, de una sátira de Juvenal surgió la famosa frase “mente sana en cuerpo
sano” que si bien en aquella época no estaba aplicada precisamente a la
actividad física, posteriormente dio pie en la era moderna al “espíritu
olímpico”, bajo los preceptos del barón Pierre de Coubertin, padre de las
Olimpiadas como las conocemos actualmente.
Justo esta semana cuando el
mundo entero es testigo de los Juegos Olímpicos en Londres y cuando el
“espíritu olímpico” de Coubertin (“lo importante en los JO no es ganar sino
participar” y “lo importante en la vida no es vencer sino luchar bien”) parece
ser cosa del pasado y muy distante de lo que era su intención de unir a las
naciones, fomentar la educación y ser portadores de mensajes de paz, la
industria de las olimpiadas nos debe hacer reflexionar si el legado del padre
de esta justa deportiva, se está cumpliendo hoy en día.
Además de los escándalos del
dopaje en diferentes ediciones de las Olimpiadas, hoy debemos analizar el
exceso del uso en nuevas tecnologías de entrenamiento y “alimentación”, la
industrialización y mercadotencia de atletas, así como la participación de
profesionales del deporte en estas competencias, originalmente amateurs y para
competidores en edad escolar.
La evolución del deporte
olímpico, si bien ha traído múltiples beneficios en la promoción de la
educación física, lamentablemente también ha ido retrocediendo en los conceptos
del “espíritu olímpico” tradicional y bien valdría la pena hacer modificaciones
para volver a las bases.
Bastaría hacerse un análisis
básico de la frase “mente sana en cuerpo sano” para evaluar donde está parado
en olimpismo actual.
Si bien no podemos
generalizar sobre esta fiesta deportiva que además es un mosaico cultural
portador de múltiples mensajes a través de la contienda, analicemos si en
realidad como decía Coubertin “lo importante no es ganar sino competir” y si
quienes en su lucha por ganar, sacrifican su estabilidad emocional, mental o
incluso su salud física, para ser acreedor de una marca, de un récord o de ser
parte del medallero.
Aunque ya iniciaron
formalmente algunas disciplinas, hoy se prende la llama olímpica en Londres y
el mundo entero estará muy pendiente de ver que nos deja esta edición de los
Juegos Olímpicos.
Como instructor de físico y
fitness, como promotor y empresario deportivo, como atleta y competidor
amateur, hago votos porque la llama olímpica nos haga volver a los pincipios
básicos y fomentar ese espíritu equilibrado a través de una mente y un cuerpo
sano.