Por OMAR CERVANTES
¿QUE NOS PASA?
Transcurrió ya la primera
semana de los Juegos Olímpicos y, salvo la esperanza de que el futbol mexicano
siga avanzando y la escasa cosecha de tres medallas de plata y una de cobre
hasta el momento para la delegación azteca, las críticas al deporte federado y
organizado en nuestro país, parecen que serán las notas principales justo en el
cierre del sexenio del presidente Felipe Calderón.
Las olimpiadas de Londres
2012 en las que los chinos arrasan y los países poderosos reafirman su lugar en
el planeta, nos ha mostrado también la aparición de nuevos equipos que por
primera vez participan y la consolidación de otros que cada cuatro años
muestran un avance permanente, muy diferente a lo que pasa con México.
Aunque los medios de
comunicación queramos enarbolar el patriotismo de apoyar a nuestros
connacionales, un ¿qué nos pasa? es la pregunta que se escucha frecuentemente
con relación al deporte mexicano.
Aparentemente seguimos
viviendo de nuestras glorias olímpicas pasadas y los nombres más escuchados en
los días recientes en reportajes de televisión son los de Joaquín Capilla,
Felipe Muñoz, Raúl González y Ana Gabriela Guevara, por mencionar algunos de
nuestros símbolos deportivos, cuando a quienes deberíamos estar aplaudiendo es
a nuestros competidores actuales.
Que si el nerviosismo en las
y los arqueros, que si la lesión en la gimnasta, que si el boxeo está por
revivir para México, que si el flaco Tena hará la hombrada con su equipo de
futbol encabezado por Giovani, lo cierto es que en esta primera semana nos
hemos tenido que conformar con segundos lugares y con vitorear el 2-3 en tiro
con arco femenil.
De prevalecer los escasos
triunfos como es de suponer, sin ser pesimista sino aceptando nuestra realidad,
quienes participamos en el deporte como promotores, empresarios, miembros de
asociaciones federadas y todos quienes conformamos este gran hábitat en el que
en México se mueven muchos millones de pesos, tendremos que hacer un análisis
honesto para ver donde estamos parados y tratar de enderezar el rumbo.
Será un reto para el próximo
gobierno de la república, seguramente encabezado por Enrique Peña Nieto, definir
las políticas del deporte nacional y esperar otros cuatro años, pero trabajando
desde ahora, para ver si algún día México puede aspirar a tener en el mundo el
lugar que se merece.
Hay recursos económicos, hay
mercadotecnia del deporte, hay talento nacional, quizás sea momento de
preguntarnos qué es lo que nos está faltando para algún día dejar de ver como
simples espectadores los triunfos de otros países y que nuestros deportistas
vayan como turistas a conocer el mundo.