En una semana hemos sido testigos de dos hechos que marcan el inicio formal de la cuenta regresiva en el calendario sucesorio para la Presidencia de la República en 2012: el quinto informe de gobierno del Presidente Felipe Calderón y el sexto del Gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto.En todo el país y Puebla no es la excepción, las campañas televisivas, en prensa, radio y panorámicos, para promover las acciones del Gobierno de la República y el preámbulo a la salida del Gobierno del Estado de México, invadirán los mensajes que los ciudadanos recibimos de la comunicación mediática.
Para Calderón es el campanazo de un calendario que en cuatro meses máximo, habrá de llevarlo al escenario definitorio para la elección del candidato de su partido, que para muchos analistas enfrentará al final a Ernesto Cordero, su delfín, con Josefina Vázquez Mota, la mejor posicionada en las encuestas del PAN y que en Puebla, como ya se ha comentado, el primero estará apoyado por el Gobernador del Estado y la segunda por el Alcalde de la capital.
Para Enrique Peña Nieto, quien ayer rindió su informe de gobierno y el 15 de septiembre entrega el poder a su sucesor en el Estado de México, es también la recta final de su primer escalón en su carrera hacia Los Pinos como el precandidato más fuerte del PRI y que en su condición de “ciudadano”, mientras llegan los “tiempos” de su partido, le permitirá recorrer el país completo y seguro pronto vendrá a Puebla a evaluar como esta el tricolor a un año de la derrota estatal del 2010 y a 10 meses de la elección presidencial del 2012.
Un hecho adicional es la renuncia anticipada que tendrá efecto de la diputada federal Josefina Vázquez Mota a la coordinación legislativa del PAN en San Lázaro, para con ello libremente dedicarse a sus intereses sucesorios y seguir ganando adeptos en el país ya con un discurso como aspirante a la Presidencial de la República.
Y siendo Puebla un estado copioso en el padrón electoral y con características demográficas y políticas estratégicas, habrá que ver cuantas veces antes del proceso formal nos visitan Peña Nieto y Vázquez Mota, que agenda presentan, qué tan dispuestos están a escuchar a los ciudadanos y sus demandas, mientras Cordero seguirá visitándonos como Secretario de Hacienda, lo cual sin duda limita su discurso aunque le permite seguir haciendo uso de la chequera oficial.
¿Estará nuestro estado listo para la sucesión presidencial? Por lo pronto en el PAN hay lucha frontal entre Rafael Moreno Valle y Eduardo Rivera, mientras que el PRI sigue desarticulado tras la derrota y los cuadros de mayor “nombre” sólo esperan ser beneficiados con el dedo elector para el senado o una diputación federal, sin un trabajo claro de la dirigencia estatal y de los liderazgos locales.Así que, lo que resta del 2011 sin duda será un momento de ajustes políticos en Puebla, de cara a la sucesión presidencial del año próximo y en espera que la carrera del poder, no subestime las necesidades reales del ciudadano poblano, que pudiera cobrarles factura en las urnas en julio próximo.
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