Cuando los procesos electorales rumbo a la sucesión presidencial del 2012 se encuentran en su fase de pre-campaña extraoficial, para algunos ha resultado malo el arranque en tanto al menos dos de los tres partidos “grandes”, el PAN y el PRI, optarán por el “dedazo” para la selección de candidatos a diputados federales y seguramente senadores también, lo que de inicio reduce la apertura democrática y la participación ciudadana.
De igual forma, el PRI ha comenzado a promover las plataformas de sus dos precandidatos presidenciales, Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones, lo que nos obliga a cuestionar si los partidos políticos están siendo sensibles a las demandas ciudadanas y estarían dispuestos, más que a debatir entre sí mismos, a abrir el diaólogo o consulta a la agenda social y temática de los electores.
Mientras, en el PAN ya se habla de debates y cada uno de los precandidatos visibles aún encabezados por Josefina Vázquez Mota y seguida por Santiago Creel y Ernesto Cordero, presentan en diferentes foros, su forma de ver el país.
En ese contexto de planteamiento, el 2012 significa una oportunidad única para la sociedad civil organizada y el sector académico de Puebla, que por su cantidad de electores, es uno de los estados de mayor ponderación en el país, por lo que abrir una consulta para conocer las demandas de los votantes y sus prioridades para el devenir inmediato, sería un ejemplo democrático sin precedentes.
Si bien es cierto la constitución legalmente le da facultades a los partidos políticos para definir sus métodos de selección de candidatos y de registrar sus plataformas electorales, la elección federal del año próximo es una oportunidad histórica para que los ciudadanos nos organicemos y participemos desde diferentes tribunas, para al menos expresar nuestra voz y sea ésta escuchada ante quienes suelen definir el rumbo de la nación.
Dice un sabio refrán que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, así que si los partidos hacen su trabajo y establecen sus criterios y prioridades, los ciudadanos también tenemos, no sólo el derecho, sino la obligación, de participar en la plataforma de construcción del estado y país que deseamos.
Tenemos un par de meses muy valiosos para construir la agenda “Puebla” desde la participación ciudadana y cambiarle el orden a la dinámica de las campañas políticas, para que en lugar de esperar a que inicie el placeo individual de los candidatos y ellos elijan los temas de los que desean discutir, una sociedad organizada les entregue a cada uno de ellos la plataforma ciudadana y los retemos a que la hagan suya, con compromisos concretos y planes de acción para su cumplimiento.
¿Habrá en Puebla algún valiente, universidad, asociación o grupo de ciudadanos que se de a la tarea de construir esta plataforma?
Es tiempo de dejar atrás la apatía o las frases comunes de que “todos los políticos son iguales” y ponernos a trabajar en la responsabilidad de hacer cada uno lo que nos corresponde.
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