El debate constitucional realizado la semana pasada en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, así como la postura de la Presidencia de la República de respaldar por completo el derecho a la vida (desde la concepción) hizo a los poblanos y sobre todo a la clase política y crítica, recordar la aprobación en Puebla de la denominada “Ley Bailleres” de marzo de 2009, en la pasada legislatura estatal.
Aprobada por la mayoría del PRI y el PAN en 2009, la propuesta del exdiputado tricolor y ex coordinador de la mayoría legislativa, el abogado José Othón Bailleres Carriles, en su momento fue objeto de amplio debate en el cual los críticos liberales establecían que era una iniciativa religiosa de extrema derecha que entre otras cosas le quitaba el estado laico al gobierno.
Mientras que en otras entidades federativas, iniciativas similares fueron y han sido propuestas por fracciones del PAN, más acorde a su ideología conservadora. En Puebla además del tema en sí mismo, resultó controversial por ser impulsada por un priista como Bailleres Carriles, quien encontró un apoyo en su entonces homólogo panista y hoy alcalde de la ciudad de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.Incluso la semana pasada hubo algunas voces que pretendieron cuestionar el hecho de que Bailleres y Rivera hayan firmado un desplegado de diversos diputados, dirigidos a los ministros de la corte, en los días del debate sobre la constitucionalidad del “derecho a la vida”, aunque ambos políticos se defendieron argumentando que su participación en la legislatura poblana pasada iba justo en ese sentido y en esta ocasión, como ciudadanos en su libertad de expresión ratificaron públicamente sus convicciones, sin usurpar ninguna posición.
Así que cerca de dos años y medio después de aprobada en Puebla, los considerados impulsores principales de la ley, uno del PRI y otro del PAN, sostienen públicamente sus posturas en congruencia a su ideología y sin escatimar el riesgo de estar de nuevo en el escrutinio de la crítica pública, cuando quizás lo más sencillo para ambos hubiera sido mantenerse al margen de los debates.
Así que valiente fue la intervención del alcalde de Puebla y del exlegislador priista que decidieron mostrar sus convicciones sólidas y reiterar su postura en un tema por demás polémico, en año pre-electoral y en un asunto que sin temor a equivocarnos figurará en la agenda de discusiones en la próxima elección presidencial.
En Puebla, la que en realidad era la llamada “Ley de la Familia” y posteriormente bautizada por los medios como “Ley Bailleres”, podría ser considerada como una iniciativa visionaria que desde 2009 además, contemplaba las cuatro excepciones que la ley poblana ya existentes que no penalizan el aborto y que justo dos años después han sido debate nacional cuyo origen se encuentra en otros estados del país.
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